Resumen
En este artículo exploramos las diferencias más curiosas entre el inglés británico y el americano: vocabulario, pronunciación, ortografía y expresiones. Aprender ambas versiones te ayudará a comunicarte mejor y disfrutar más del idioma.
En ShinyPeople, muchos alumnos —niños, adolescentes y jóvenes— nos preguntan qué inglés deberían aprender: ¿el británico o el americano? La verdad es que no hay uno “mejor” que el otro, ya que ambos son igualmente útiles, ricos y correctos.
El inglés es una lengua viva que ha viajado por el mundo y se ha adaptado a distintas culturas. En Reino Unido y en Estados Unidos, el idioma evolucionó de manera diferente a lo largo del tiempo: nuevas palabras, distintos acentos y algunas reglas modificadas dieron lugar a dos variantes principales que hoy escuchamos en películas, series, canciones y videojuegos.
Entender las diferencias entre el inglés británico y el americano no solo te ayudará a comunicarte mejor, sino también a disfrutar más de la cultura: entender una broma en una serie británica o seguir una canción americana sin perderte. Aprender ambas versiones es como tener dos llaves para abrir la misma puerta: ¡te permite moverte con más soltura por el mundo!

1. Diferencias de vocabulario
El vocabulario es probablemente lo que más llama la atención. A veces, los británicos y los americanos usan palabras completamente diferentes para hablar de la misma cosa. Por ejemplo:
- Coche: car se usa en ambos, pero si hablamos de tipos de coches, en Reino Unido pueden decir saloon car, mientras que en EE. UU. se usa sedan.
- Camión: lorry (británico) vs truck (americano).
- Galleta: biscuit (británico) vs cookie (americano).
- Ascensor: lift (británico) vs elevator (americano).
- Zumo / Jugo: juice se usa en ambos, pero orange juice en Reino Unido puede oírse más como “freshly squeezed”, mientras que en EE. UU. se habla mucho de “OJ”.
También hay casos en los que la misma palabra tiene otro significado según el país. Por ejemplo, pants en inglés británico significa “ropa interior”, mientras que en Estados Unidos significa “pantalones”.
Estas pequeñas diferencias hacen que aprender inglés sea más entretenido. Saberlas te ayudará a entender mejor los contextos culturales y evitar malentendidos en viajes, películas o conversaciones con hablantes nativos.
2. Pronunciación y acento
Otra gran diferencia es cómo suena el idioma. El inglés británico y el americano pueden parecer el mismo idioma escrito, pero cuando los escuchas, ¡parecen casi dos músicas distintas!
- En el inglés británico, el acento suele ser más “redondeado” y suave. La “r” al final de las palabras muchas veces no se pronuncia, como en car o mother.
- En el inglés americano, en cambio, la “r” se pronuncia claramente, y el tono general suena más abierto y enérgico.
También hay diferencias en la entonación y en algunas vocales. Por ejemplo:
- La palabra can’t suena como “cahnt” en británico, pero más como “cant” (con una “a” más corta) en americano.
- En schedule, los británicos dicen “she-duel” y los americanos “ske-duel”.
Estos contrastes no son solo curiosidades: ayudan a entrenar el oído. Ver series británicas como Harry Potter o Peppa Pig, y películas americanas como Toy Story o Spider-Man, te permite acostumbrarte a ambos acentos.
Recuerda: no necesitas elegir uno solo. Lo importante es que puedas comprender y hacerte entender. A lo largo de tu aprendizaje, tu oído se volverá flexible y podrás reconocer fácilmente si alguien viene de Londres, Nueva York o cualquier otro rincón del mundo angloparlante.
3. Ortografía (spelling)
Las diferencias de ortografía son una de las más evidentes cuando empiezas a leer textos en inglés. A principios del siglo XIX, el lexicógrafo Noah Webster (autor del famoso diccionario estadounidense) decidió simplificar algunas palabras para que la escritura reflejara mejor la pronunciación americana. Por eso, muchas palabras en Estados Unidos se escriben con menos letras o con terminaciones diferentes.
Veamos algunos ejemplos comunes:
- colour → color
- favourite → favorite
- centre → center
- theatre → theater
- travelling → traveling
- realise → realize
En Reino Unido se mantiene la ortografía más tradicional, que viene del francés y del latín. En cambio, en Estados Unidos prefirieron una versión más práctica y fonética.
Ninguna es más correcta que la otra: simplemente pertenecen a dos tradiciones distintas.
Cuando estudias inglés, es importante saber qué versión estás aprendiendo, sobre todo si te estás preparando para un examen oficial como Cambridge (británico) o TOEFL (americano). En la práctica, si te acostumbras a ver ambas versiones, podrás leer y escribir con facilidad en cualquier contexto.
4. Expresiones y usos cotidianos
Además de las palabras o la pronunciación, también hay diferencias culturales que se reflejan en la forma de hablar. Las expresiones cotidianas pueden cambiar por completo:
- I’m going on holiday (británico) → I’m going on vacation (americano)
- Can I have the bill, please? → Can I get the check, please?
- Flat → Apartment
- Post → Mail
- Rubbish → Garbage o trash
- Petrol station → Gas station
Más allá de las palabras, hay también diferencias en cómo se pide algo o se expresa una idea. En general, el inglés británico tiende a sonar un poco más formal o educado, usando frases como Would you mind…? o Could you please…?.
El inglés americano, en cambio, suele ser más directo y relajado, con expresiones como Can you…? o Do you wanna…?
Conocer ambas maneras te ayudará a adaptarte al contexto: usar un tono más formal si hablas con un profesor británico o más informal si chateas con un amigo americano. Además, comprender las diferencias culturales hace que tu comunicación sea más natural y empática.
En resumen
El inglés británico y el americano comparten la misma base, pero cada uno tiene su propio “sabor”, su historia y su personalidad.
El británico nos conecta con la tradición, la elegancia y una larga herencia literaria —de Shakespeare a Harry Potter. El americano, en cambio, nos lleva al dinamismo, la innovación y la influencia cultural global —desde Hollywood hasta las redes sociales.
En nuestra academia animamos a nuestros alumnos a conocer y disfrutar ambas variedades. Entender cómo se habla en Londres y cómo se habla en Nueva York abre la mente, mejora la comprensión auditiva y te prepara para un mundo donde el inglés está en todas partes.
Así que, la próxima vez que escuches una canción, veas una película o leas un libro en inglés, ¡pon el oído atento y juega a descubrir de qué lado del Atlántico viene ese inglés! Si te cuesta ganar confianza al hablar en inglés, quizá te interese nuestro artículo Trucos para mejorar tu inglés sin miedo.”
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